EUROPA PRESS

11 diciembre 2023

 

Desterramos mitos de la terapia hormonal para la menopausia... ni es una terapia 'antiedad' ni es peligrosa

 

Hay numerosos mitos que giran en torno a la terapia hormonal en la menopausia (THM), cuyo uso en nuestro país es "extremadamente bajo", según advierte la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM).

 

"Aproximadamente tenemos un 5% de mujeres con sintomatología intensa de menopausia que están tratadas con terapia hormonal, cuando se estima que más o menos hay un 20-25% de mujeres con síntomas intensos que se verían beneficiadas de la THM. Es decir, se trata una de cada cuatro mujeres de las que deberían llevar tratamiento, una situación que disminuye mucho su calidad de vida", advierte en una entrevista con Infosalus la ginecóloga Silvia P. González Rodríguez.

 

En consecuencia, la también jefa clínica de la Unidad de Menopausia y osteoporosis en HM Gabinete Velázquez de Madrid, y miembro de la junta directiva de la Asociación Española para el estudio de la Menopausia (AEEM) y de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), hay que poner una voz de alarma de qué está pasando con la THM, sobre la rondan numerosos mitos erróneos.

 

"Con esta situación estamos empeorando la calidad de vida de estas mujeres. Hay pocas mujeres tratadas y se debe informar a la mujer de que esto existe y hay que hacer una decisión conjunta", aclara. Precisamente, esta doctora ofreció en el Congreso de la Sociedad Española de Ginecología una charla sobre los principales mitos de la THM.

 

Principales mitos en torno a la THM

Así, la jefa clínica de la Unidad de Menopausia y osteoporosis en HM Gabinete Velázquez de Madrid recalca que hay una creencia general de que la THM es peligrosa y cuanta con muchas contraindicaciones. "Esto viene de estudios muy antiguos, de más de hace 20 años, donde se emplearon otras hormonas distintas a las sintéticas actuales, en dosis altas, y en combinaciones no disponibles en España, así como en un perfil de mujeres de alto riesgo (más de 60 años de edad, con obesidad, muchos factores de riesgo cardiovascular, con muchos años detrás de tratamientos hormonales)".

 

Argumenta así la doctora que estos datos obtenidos hace 20 años forman parte de un escenario "totalmente diferente al actual", ya que ahora se usan combinaciones distintas, y todos los efectos adversos que sí daban los tratamientos de hace dos décadas ya no se dan porque no se emplean esas combinaciones, ni tampoco se realizan sobre ese tipo de pacientes; aparte de que se emplean dosis más bajas, tal y como comenta.

 

Silvia P. González Rodríguez recuerda aquí que la AEEM y la SEGO han diseñado unos criterios de elegibilidad, un documento de consenso para los profesionales sanitarios, para guiarles a la hora de aconsejar o prescribir la THM en pacientes con seguridad.

 

Desde la AEEM recuerdan que la utilización de la THM disminuyó "de forma trascendente a partir de la publicación de los resultados de los estudios Women's Health Initiative (WHI) del año 2.000. "Todas las guías nacionales e internacionales publicadas con posterioridad, así como los comunicados de las sociedades científicas relacionadas con la Menopausia indican que, basado en la mejor evidencia científica el uso de THM en el caso de mujeres sintomáticas sin riesgos añadidos, los beneficios superan claramente a los riesgos", mantiene esta entidad científica.

 

Cuidado con su empleo antienvejecimiento

Esta doctora subraya igualmente que la THM representa hoy en día el tratamiento más eficaz para los síntomas vasomotores y el síndrome genitourinario de la menopausia y se ha demostrado que previene la pérdida de masa ósea y las fracturas.

 

"No existiendo su indicación para la prevención del envejecimiento como así lo están dispensando algunas clínicas de estética", alerta la AEEM, quien señala que en los últimos años se dispone de un mayor arsenal terapéutico, que favorece una atención personalizada de los pacientes, a la vez que han aparecido otros tratamientos sin aval científico ni regulación específica, como son las terapias hormonales bioidénticas no reguladas, que se emplean como tratamientos antienvejecimiento.

 

"Se usan en clínicas de estética con un efecto antiedad y todas las sociedades científicas internacionales establecen que se debe usar la terapia hormonal de la menopausia no con efecto estético, sino para mejorar la calidad de vida de las pacientes con síntomas que la ven mermada por esa falta de estrógenos", agrega.

 

Discutible relación con el cáncer

Por otro lado, esta doctora lamenta que el pensamiento tan extendido de que la THM provoca cáncer, o bien que se trata de un tratamiento con muchos efectos secundarios, cuando esto no es así. "Viene también de hace muchos años, porque se emplearon otras hormonas y en otros tipos de pacientes", sostiene.

 

Es más, mantiene que la Sociedad Norteamericana de Menopausia exponía que si los tratamientos hormonales incrementasen el riesgo de cáncer de mama sería en esos perfiles de pacientes, con hormonas sintéticas y a dosis altas, y usadas por más de 5 años, y en un riesgo adicional de menos del 1 por mil. "Este riesgo es equivalente al que tiene una mujer de tener un cáncer de mama por tomar dos bebidas alcohol al día, por no hacer actividad física, o por estar obesa. Con lo cual es mejor que la mujer controle estos factores de riesgo y no se preocupe tanto por el mínimo riesgo que hay al tomar terapia hormonal en la menopausia", agrega.

 

Por ejemplo, cita que para un fumador fumar tiene un riesgo de cáncer de pulmón 300 veces superior al que tiene la terapia hormonal sobre el cáncer de mama. "Realmente estas afirmaciones que relacionan la THM con el cáncer proceden de datos muy antiguos, muy sesgados y para determinadas combinaciones hormonales que ya no se emplean", insiste la doctora.

 

De hecho, resalta que ese estudio que tanta controversia tuvo hace un par de décadas, los mismos investigadores volvieron a realizarlo 20 años después, para estudiar la evolución de esas pacientes, y se vio que "las que estaban sólo con estrógenos tenían un riesgo de desarrollar cáncer de mama más bajo que las que no tenían ningún tratamiento; por lo tanto, hasta hay pautas de terapia hormonal que podrían disminuir el riesgo de cáncer de mama con la THM en el largo plazo".

 

Otro de los mitos es que todas las terapias hormonales son iguales, pero realmente hay muchas diferencias en cuanto a dosis, composición y en cuanto a la vía de administración, subraya la doctora, tanto en eficacia como en seguridad. "No es lo mismo un coche deportivo que un todoterreno o un eléctrico. Hay muchas terapias hormonales", sentencia.

 

Para qué sirve la terapia hormonal en la menopausia

Esta ginecóloga de HM Hospitales recuerda que con la menopausia la mujer deja de producir las hormonas femeninas por excelencia, que son los estrógenos, y la THM las reemplaza y alivia sus posibles 'efectos adversos'. "Ante esa falta de estrógenos es habitual que la mujer padezca durante la menopausia determinados problemas de salud o síntomas, como los famosos sofocos, los sudores nocturnos, el insomnio, los trastornos en el estado de ánimo, o por ejemplo la sequedad vaginal", agrega.

 

Ahora bien, la doctora Silvia P. González Rodríguez recuerda que esta terapia no se aconseja en todos los casos, tal y como han consensuado todas las sociedades científicas de la materia, nacionales e internacionales, y sólo se debe prescribir cuando exista la sintomatología propia de este periodo, pero de forma intensa, tanto que llegue a deteriorar la calidad de vida de la mujer menopáusica.

 

Una excepción sería, según prosigue esta especialista, el caso de las mujeres con insuficiencia ovárica prematura, es decir, con menopausia precoz, antes de los 40 años, una situación clínica que se considera un fallo endocrino. "A estas mujeres, tengan o no síntomas, también se les aconseja la THM, salvo que haya contraindicación por otro motivo", aprecia la experta de la AEEM y la SEGO.

 

Aquí destaca que hay varios tratamientos dentro de la terapia hormonal para la menopausia, haciendo dos grandes divisiones: la terapia hormonal sistémica ('para todo el cuerpo') y la que es propiamente para la zona vulvovaginal.

 

"Se pauta la terapia hormonal local cuando hay lo que llamamos 'síndrome genitourinario', que son los síntomas vulvovaginales y uretrovesicales que ocurren con la menopausia, como la sequedad, el dolor con las relaciones, las infecciones urinarias de repetición, o determinados tipos de incontinencia de orina", añade, al tiempo que recuerda la importancia de consultar con un ginecólogo cualquier duda que pueda surgir al respecto.

 

Cuando se da por vía sistémica, según prosigue, se pretende que la hormona llegue a todo el cuerpo, comenta la ginecóloga, y con el objetivo de paliar esos síntomas que se dan a otros niveles del organismo. Concretamente, hay dos vías para administrar el tratamiento hormonal sistémico, a través de la piel (transdérmicos) o bien por vía oral.

 

También habría que diferenciar una THM con sólo estrógenos; o bien el empleo de estrógenos con progesterona u otros gestágenos, para proteger el útero: "Si sólo les damos estrógenos el endometrio crecería mucho y sangrarían. Por eso se suele añadir un gestágeno en el tratamiento, como la progesterona (hormonas que producen en la segunda mitad del ciclo menstrual las mujeres para madurar el endometrio, que éste esté en condiciones para la posible implantación de un embrión, y también durante la gestación)".